Jaime Morón León

domingo, 5 de septiembre de 2010

Corría el mes de noviembre de 1950, en Cartagena, se hablaba de reinas, cuando de verdad eran reinas, y en cuanto a deportes, sólo se respiraba boxeo y béisbol. En las populosas calles del barrio San Diego, el 16 de ese mes, en el seno de una familia beisbolera por excelencia, nació Jaime Morón León, el que tan sólo 20 años después se convertiría en el primer futbolista profesional de Cartagena.

En una infancia normal, sin sobresaltos y viendo jugar béisbol a su padre creció Jaime, pero con algo extraño, no jugaba béisbol, y a diferencia de lo que pensarían muchos, no se inclinó por el boxeo, el otro deporte emblema de la ciudad por la época. El pequeño Morón inició su vida deportiva por el atletismo, corriendo por el departamento de Bolívar en los 100 y 200 metros planos.

Por esos días apenas se estrenaba en Colombia el fútbol profesional. Santa Fe se hacía el dueño de los primeros torneos de ese deporte, y parecía inverosímil que en Cartagena se destronara al béisbol y al boxeo, reinantes desde principios de siglo. Pero había una incipiente afición, muchos chicos ya preferían patear en vez de batear, el fútbol iba ganando su espacio y Jaime Morón, se interesó por él.

Los Juego Nacionales realizados en esta ciudad en 1960 fueron la excusa perfecta para la construcción de un estadio de fútbol, construido en apenas dos años y con una inversión inicial de un millón de pesos para la época se abrieron las puertas del Pedro de Heredia, y nadie imaginaba que el pequeño Jaime que daba sus primeras patadas en el recién inaugurado estadio, sería quien le diera nombre 46 años después.

Aprovechando su inigualable don de la velocidad, Morón hacía estragos cada vez que tenía una pelota en sus pies, y fue así como empezó a alternar sus entrenamientos en atletismo con los de fútbol. No tardó en destacarse y a sus 20 años, integró la selección Bolívar que participó en la ciudad de Ibagué en los Juegos Nacionales de 1970, allí fue goleador.

Asombrados con la velocidad y riqueza técnica del joven Morón, y que no venía de una tierra futbolera, rápidamente los conocedores de éste deporte pusieron los ojos en él. Fue entonces convocado para las selecciones Colombia que participaron el Juegos Panamericanos de Cali, donde jugó 7 partidos y anotó 4 goles, y de la que jugó el Campeonato Suramericano sub-21 en Paraguay, jugando 3 partidos sin anotar.

Ese mismo año se convirtió en el primer cartagenero en jugar fútbol a nivel profesional, ya que el Club Deportivo Los Millonarios, para la época el más grande del balompié colombiano con 9 títulos ganados, firmó un contrato con él.

Con las destacadas actuaciones, Jaime Morón se ganó el tiquete a lo que sería su mejor actuación vistiendo la camiseta de la Selección. En 1972 hizo parte de la histórica selección colombiana que ganó en Bogotá el pasaje a Juegos Olímpicos celebrados en Munich ese mismo año. En las olimpiadas también jugó, fue de la partida en 3 juegos en los que marcó un gol.

Gracias a esto Morón se convirtió en ficha clave para la selección Colombia, participó con el seleccionado nacional en la Minicopa Mundo de Brasil con 4 partidos y 3 goles. Y eso que aún los colombianos no habían visto su potencial en el fútbol profesional. Al regreso de ese torneo, jugaba ya su segunda temporada con el club Los Millonarios de Bogotá.

Fue precisamente en ese año, 1972, que Morón descolló como futbolista profesional. Con apenas 22 años, fue pieza clave de la estrella 10 del equipo embajador. Junto a figuras nacionales de la talla de Willington Ortíz y Alejandro Brand, el uruguayo Julio Avelino Comesaña y el paraguayo Miguel Ángel Sosa. Al año siguiente juega la Copa Libertadores para el equipo azul.

En 1973 juega con la selección Colombia el eliminatorio rumbo al mundial de Alemania 1974. Al igual que a toda la selección, a Morón no le fue bien. Jugó un total de cuatro compromisos en los que no consiguió anotar goles. A partir de allí, Colombia no tuvo competencias importantes a nivel internacional, por lo que fue convocado pocas veces hasta la Copa América de 1979. En total, con Colombia jugó 39 partidos y anotó 14 goles.

En Millonarios jugó hasta 1974, regresó en 1977 y estuvo por última vez vistiendo la camiseta del club bogotano en 1982. Con los “embajadores” gritó gol 80 veces en 254 encuentros. Entre 1974 y 1977, estuvo en Atlético Nacional de Medellín y el Deportes Tolima de Ibagué, jugando 61 partidos y anotando 22 goles, 21 en Tolima y 1 en Nacional.

Cerró su carrera no en el club de sus amores, Millonarios, sino en el Deportes Quindío donde anotó un gol. Luego de su retiro se estableció en la ciudad de Bogotá, visitando frecuentemente a su familia en Cartagena. A principios de los 90 se le diagnosticó diabetes, pudo vivir con esa enfermedad hasta entrado el siglo XXI, cuando empezó a enfrentar las severas complicaciones de esa enfermedad.

Fue cuando empezó a padecer sucesivos comas diabéticos, la penosa enfermedad le inutilizó uno de sus pulmones, dejando a Morón conectado a un ventilador por dos años y aferrándose a la vida. El 4 de Noviembre de 2005, le fueron amputadas sus dos piernas y murió en Bogotá el 2 de diciembre del mismo año.

A principios de 2006, con ocasión de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Cartagena, el estadio de fútbol Pedro de Heredia fue rebautizado con el ilustre nombre de Jaime Morón León, el primer futbolista profesional, y sin duda, el cartagenero más destacado hasta hoy en el fútbol profesional colombiano.

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